
Después de una cadena infinita de emails conseguimos juntarnos casi todos en casa de Angélica y Boro.
Hacía como 14 o 15 años que no nos encontrabamos y una casualidad después de otra hizo que a finales del año pasado volvieramos a vernos todos los amigos del instituto.
Fue hasta impactante. Nuestras vidas habían continuado y descubrir todos los acontecimientos que cada uno tenía que contar llevo toda la tarde.
Todavía faltaba el plato fuerte. Mejor que averiguar lo nuevo sería recordar lo antiguo. Viajes, batallitas con los profesores, fotos y, por supuesto, los play backs de 3º.
Entre unos y otros juntamos una grabación de VHS y un reproductor de video. Así que ahí estabamos, dentro de la tele, con 18 años menos...